Con este frío y en fin de semana, nada más apetecible que un bizcocho casero. Tengo en el blog otra receta de coca pero de Calabaza, y me he dado cuenta que ésta que es más antigua no la había compartido.
Es un bizcocho típico de la Comunidad Valenciana, se llama así porque está hecho en una bandeja rectangular metálica, que en valenciano le llaman llanda.
Como no dispongo de este tipo de plancha o bandeja lo hago en una fuente rectangular de cristal forrada con papel vegetal.
Esta receta se la vi la primera vez a Maria Jose Bueno (Mjmix) en el foro de Mundorecetas, del que tengo muy buenos recuerdos.
Ingredientes:
3 huevos.
250 gr. de azúcar.
La corteza de 1 limón.
200 gr. de aceite
50 gr. de zumo de naranja.
250 gr. de leche.
400 gr. de harina.
3 gaseosas de papelillo. Gasificantes.(tres blancos y tres azules)
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º.
Preparamos un molde rectangular y lo forramos con papel de horno o lo untamos con mantequilla y un poco de harina.
He utilizado la Thermomix para batir pero podemos utilizar una batidora o mezclar con varillas.
Pulveriza el azúcar 10 segundos a una velocidad progresiva de 5-10.
Añade las cortezas de limón, sin parte blanca y vuelve a pulverizar unos segundos en velocidad 10.
Añade los huevos y programa 3 minutos, temperatura 37º y velocidad 3 1/2.
Sin temperatura volvemos a programar otros 3 minutos a la misma velocidad anterior.
Añadimos el aceite, el zumo de naranja y la leche y batimos o programamos 15 segundos a velocidad 3.
Añade la harina y las gaseosas y con el vaso en posición de cerrado pulsamos velocidad Turbo intermitentemente unas 6 veces.
Vertemos la mezcla en el molde rectangular que teníamos preparado y adornamos la masa con azúcar y unas almendras fileteadas.
Introducimos la bandeja al horno que habíamos calentado previamente, y la horneamos unos 25 minutos con función arriba y abajo a 180º, o bien con función Turbo o aire si nuestro horno tiene esta función y misma temperatura y tiempo.
Cada horno es un mundo así que iremos controlando el tiempo y comprobaremos si está hecho, metiendo una brocheta o palillo metálico y si al introducirlo en el bizcocho, sale limpio, lo tendremos ya.
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